Contar con fotografías de producto de la alta calidad es fundamental para el comercio en línea de prendas de vestir. Según las imágenes de tus productos, muchos clientes determinarán si compran o no tu producto.
Aunque cuando se habla de fundamental no significa que sea costoso. La principal diferencia entre el profesional y el aficionado es el talento, el equipo y la experiencia. Si tienes un ojo de fotógrafo y un presupuesto modesto, saca partido de nuestra experiencia siguiendo estos 7 pasos y podrás obtener hermosas fotografías de prendas de vestir
1. Prepara tus prendas
Tus productos deben lucir completamente perfectos en tus fotografías. Desgraciadamente puede suceder que la ropa se arrugue, esté fruncida y que comience a lucir desgastada como consecuencia del almacenaje y transporte. Las muestras de ropa atraviesan una época particularmente difícil, ya que a menudo recorren una infinidad de kilómetros y puede que para empezar, no hayan sido realizadas correctamente.
La preparación previa de las prendas que se quieren fotografiar es un punto de inicio crucial para la fotografía de prendas de vestir, sin embargo muchos fotógrafos se saltan esta etapa apoyándose en Photoshop para borrar imperfecciones tales como: arrugas, manchas o cualquier otro defecto visible. Por favor, no lo hagas, Photoshop no es mágico: en realidad toma tiempo y experiencia dominar las técnicas de edición avanzadas y una edición excesiva podría comprometer la calidad de la imagen.
Trata de hacer capturas de imagen de tus prendas lo más perfectas posibles y usa Photoshop únicamente para agregar toques finales y correcciones de color.
El vaporizado ayudará a que tu producto se vea mejor antes de fotografiarlo.
Examina minuciosamente tu producto de arriba a abajo, por dentro y por fuera. ¿Hay alguna etiqueta, pegatina u otro tipo de material de identificación que se deba quitar? Entonces, hazlo. ¿El almacenamiento hizo que el producto se arrugara o frunciera? Plánchalo con una plancha convencional o de vapor. Repara los daños y elimina las imperfecciones; por ejemplo, utiliza rodillos quita pelusa o cinta adhesiva para remover el polvo y los hilos.
2. Configuración de tu estudio
Con pocos elementos puedes convertir casi cualquier habitación espaciosa en un estudio de fotografía. Si cuentas con un presupuesto limitado, puedes lograrlo con una cámara, trípode, papel blanco sin costuras, cinta adhesiva y luz natural. Si cuentas con un presupuesto más holgado y quieres controlar cuándo y dónde tomas las fotos, vale la pena invertir en algunas piezas adicionales.
Configura el estudio con la cámara, el trípode, el soporte de luz Gobo, papel sin costura, el maniquí y un conjunto de luces.
Telón de fondo
Usa siempre un telón de fondo blanco o gris claro para evitar distracciones y asegúrate de capturar los colores con la mayor precisión posible. Los rollos de papel blanco sin costura son ideales, económicos y se consiguen fácilmente en cualquier tienda de suministros fotográficos. Si tienes uno, utiliza un soporte de luz Gobo para sostener el papel sin costuras. Deja caer el rollo hasta el suelo para que quede curvado, evitando pliegues y sombras que puedan interferir, y sujétalo con cinta adhesiva.
Si usas un soporte tendrás más flexibilidad en el posicionamiento de tu fondo, permitiéndote tener mayor espacio para moverte en el estudio. Si tu presupuesto es más pequeño, puedes fijar el rollo de papel al techo o pared. Coloca tu producto sobre un modelo o maniquí centrado con respecto al telón de fondo y directamente delante de donde colocarás tu cámara.
Cámara
Tu cámara es una parte vital de la fotografía de tu producto, pero no cometas el error de pensar que únicamente ella determinará tu éxito. Es sólo una pieza del rompecabezas, por lo que no tienes que destinarle todo tu presupuesto. Te recomendamos que utilices una cámara réflex digital que tenga, como mínimo, una exposición manual y que permita configurar la apertura del objetivo, o utiliza una alternativa sumamente económica al alcance de tus manos: ¡tu smartphone!
Utiliza un trípode, la estabilidad eliminará las vibraciones de la cámara y asegurará que tus tomas fotográficas sean constantes, permitiendo así que tengas tus manos libres para utilizarlas en otras tareas. No necesitas gastar mucho dinero en uno, pero es importante que lo uses.
Coloca el trípode y la cámara directamente frente al producto. En la mayor parte de los casos, no necesitarás mover la cámara durante las tomas. Para obtener diferentes ángulos del producto, moverás más bien el producto.
Monta tu cámara en un trípode directamente frente al producto.
Iluminación
La luz natural que entra por la ventana es una fuente de luz económica y de alta calidad para cualquier fotógrafo de prendas de vestir. Si tienes una ventana grande y abundante luz natural es genial. Quizás sea todo lo que necesites. Sin embargo, si cuentas con los medios, te recomendamos que alquiles o inviertas en un conjunto de iluminación que sea fácil de usar.
Tener a disposición equipos de iluminación artificial, te permitirá realizar las tomas cuando no haya suficiente luz natural a través de la ventana. La versatilidad que se obtiene con estos equipos puede aumentar significativamente tu eficacia, al tiempo que contar con iluminación constante te ayuda a establecer bases profesionales.
Para una configuración de luz única, necesitarás un foco de luz, un difusor de luz, un soporte de luz Gobo, una batería y un disparador de cámara inalámbrico.
El foco de luz es lo que podrías imaginar como la luz como tal. Te sugerimos que comiences con un foco de luz estroboscópica, llamado “Monolight”. Este puede ser el componente más costoso del conjunto, incluso probablemente más caro que tu cámara, así que toma el tiempo necesario para realizar una búsqueda y encontrar el que mejor se ajuste a largo plazo a tus necesidades.
Necesitas un paraguas o difusor para difundir la luz y realizar una toma de tu producto, con una iluminación uniforme y atractiva. El soporte de luz Gobo se utiliza para sostener el foco de luz y el difusor. Con el disparador de cámara inalámbrico sincronizarás tu cámara y la luz, convirtiendo básicamente el foco de luz en tu flash. La batería es exactamente para lo que estás pensando: proporciona la energía para encender la luz.
3. Posición de la iluminación
Si estás utilizando la luz natural, coloca tu producto cerca de una ventana donde puedas obtener incluso luz indirecta. Para el caso de una configuración de luz estroboscópica monolight, en el siguiente diagrama con una vista a vuelo de pájaro, te mostramos una configuración de luz única y eficaz.
Coloca la fuente de luz y el difusor de luz en un ángulo de 45 grados con respecto al producto.
Coloca una fuente de luz y el difusor o paraguas en un ángulo de 45 grados con respecto al producto, para que la iluminación del producto sea suave y uniforme. Mantén tu cámara directamente frente a tu producto. Si el producto está muy al fondo, puede que haya un poco de sombra. Si esto sucede, simplemente aleja el producto de la tela de fondo para lograr un efecto de fondo sin imperfecciones y blanco. Ajusta la potencia de tu fuente de luz a la mitad.
Para utilizar manualmente la exposición de la imagen de manera adecuada, sólo debes usar el medidor de luz de tu cámara, que encontrarás mirando a través del visor de la misma, y realiza los ajustes de configuración hasta que el nivel llegue a 0. Sin embargo, si usas una luz estroboscópica la configuración no es tan simple, ya que como la fuente de luz no proviene de la cámara, ésta no puede interpretar la cantidad de luz disponible hasta que se activa el flash. No obstante, un medidor de luz portátil te ayudará a medir la luz con facilidad y precisión, si además sincronizas este medidor con el sistema de luz, y lo colocas delante del objeto, obtendrás mediciones precisas.
Si no cuentas con un medidor de luz, empieza ajustando la velocidad de obturación a 1/200 o inferior y la apertura a f / 11 o superior. A partir de ahí, tendrás que tomar fotos de prueba y ajustar la configuración de la cámara para lograr una exposición y enfoque óptimos.
Entre cada toma, deja el tiempo necesario para permitir que se recargue. Dependiendo de la capacidad de tu batería, puede que tu fuente de luz no se active a tiempo si realizas la toma demasiado rápido.
4. En maniquí o con un modelo para tus prendas
Fotografiar una prenda dispuesta sobre un maniquí o un modelo es la mejor manera de mostrar la forma y el ajuste de la prenda, al tiempo que alienta a los clientes a visualizarse a sí mismos usándola.
Arregla tu producto para que se ajuste correctamente.
Los modelos hacen que la ropa cobre vida, aunque los costos de los modelos profesionales son extremadamente altos. Por ello, los maniquíes son una alternativa asequible y de manejo fácil. Tómate el tiempo necesario para montar la prenda en el maniquí; si la prenda se ve demasiado grande, trata de ajustarla doblando la tela y sujetándola con alfileres por la parte de atrás del maniquí, hasta que se ajuste correctamente.
Puedes crear un efecto de maniquí invisible en la fase de postproducción.
Si te preocupa el hecho de que un maniquí te distraiga o que sientas que desvaloriza tu producto, puedes utilizar la técnica del maniquí invisible en la fase de postproducción. Algunas tomas adicionales de cada producto te permitirán remover el maniquí de las fotos y presentar una imagen en 3D, en la que se aprecie la forma y ajuste.
5. Configuración de tu cámara
Si la configuración de la cámara es incorrecta, ni con toda la experiencia en Photoshop podrás hacer que tus imágenes se vean profesionales. Asegúrate de comprender el funcionamiento del ISO, apertura y balance de blancos antes de proceder a fotografiar tus productos.
Presta una atención especial al ISO, apertura (F-stop) y balance de blancos.
ISO
Asegúrate de que el ISO no sea superior a 600-640. Los ISO más altos producen distracciones de “ruido” o “grano”, es decir manchas grisáceas o coloreadas que hacen que las fotografías parezcan más fílmicas. Cuanto más alto esté, peor será el ruido. Cuanto más alto se coloque el ISO menos nitidez capturará la cámara, por lo que los detalles se van perdiendo. Si usas un trípode podrás mantener tu ISO en 100 o 200 para obtener una claridad y nitidez óptimas.
Apertura
La apertura está representada por la letra “f” en los ajustes de la cámara (por ejemplo, f / 16, f / 2.8) y controla el enfoque. Generalmente, cuanto mayor sea el número de abertura, muchos más aspectos de la imagen estarán enfocados. Asegúrate de ajustar la apertura superior a f / 11, esto permitirá que el foco capture todos los aspectos de tus productos.
Balance de blancos
¿Alguna vez has mirado una foto que pareciera que la tomaron a través de un filtro azul o naranja? Seguramente, el balance de blancos estaba desactivado. Las fuentes de luz tienen calores diferentes, y crean lo que se conoce como un color dominante, lo que dificulta que tu cámara determine el blanco verdadero. El ajuste del balance de blancos controla cómo la cámara interpreta los colores que graba. Hay muchos tipos diferentes de fuentes de luz, pero las más comunes son tungsteno, fluorescente, LED y luz solar natural.
Puedes configurar el balance de blancos específicamente de acuerdo con el tipo de fuente de luz que estés utilizando, o ajustarlo en AUTO y dejar que la cámara decida. Independientemente de lo que elijas, no olvides el balance de blancos o tendrás problemas tratando de recrear los colores exactos en Photoshop.
6. La toma fotográfica
¡Al fin, es el momento que tanto has estado esperando! Dirige tu cámara hacia al objeto y presiona el botón que dispara el obturador hasta la mitad, de modo que la cámara enfoque el objeto, a continuación, toma la foto. Ajusta las configuraciones de la cámara durante la sesión, si notas que tus imágenes necesitan más o menos luz. Cuantas más tomas realices, más instintivos se volverán tus ajustes.
Realiza tomas de tu producto desde cualquier ángulo.
Haz tantas tomas como sea posible. Seguramente desearás hacer tomas de frente y de espalda, en ángulos de 45 grados, perfiles izquierdo y derecho, así como cualquier detalle. Cuantas más tomas realices, mejor. Querrás un montón de opciones para seleccionar tus imágenes finales, ya que se ha demostrado que tener más imágenes por producto en tu sitio web, aumenta las ventas.
Los clientes podrán confiar en sus impresiones del producto, si están respaldadas por múltiples fotografías desde múltiples ángulos.
7. Fase de postproducción
Una vez que hayas terminado las tomas fotográficas, es el momento de preparar las imágenes de tu producto que irán a la página web. El objetivo de la fase de postproducción es hacer que tus imágenes sean lo más profesionales posible, manteniendo una representación óptima.
Este es el paso más simple y más beneficioso que puedes subcontratar, ya que los activos digitales son fácilmente transferibles y el tiempo y el ahorro de costes son significativos.
Si prefieres hacerlo tú mismo, debes asegurarte de que tu fase de postproducción aborde la alineación, el recorte, la eliminación de fondo y corrección de color para mantener una apariencia consistente y profesional. Mantén un registro de tus procesos para que puedas desarrollar un conjunto de especificaciones estándar, tanto para la toma como para la edición.
Alineación
Asegúrate de que tus productos sean del mismo tamaño y estén centrados en cada imagen. Querrás que todos los ángulos, esquinas y bordes de tus productos estén alineados unos con otros. La forma más fácil de asegurarte de que tu alineación es perfecta, es creando guías en una plantilla de Photoshop.
Las imágenes perfectamente alineadas de los productos proporcionan una apariencia ordenada y hermosa.
Recorte de fotos
Al igual que en la alineación, debes recortar las imágenes del producto de manera idéntica, para que tus clientes tengan una experiencia de compra en línea similar. Si utilizas guías para la alineación, no debería ser un problema recortar y ajustar el tamaño de las imágenes constantemente, según las especificaciones de imagen de tu página web.
Fondo
Utilizamos un fondo blanco, una práctica recomendada e incluso requerida por algunos mercados. Puedes suprimir por completo cualquier distracción posible eliminando el fondo, con lo que obtendrás una mayor flexibilidad en el diseño web y disminuirás modestamente el tamaño del archivo.
Color
Incluso si has ajustado correctamente el balance de blancos, algunos colores como los fluorescentes, rojos y rosados son difíciles de fotografiar correctamente en la cámara, requiriendo a menudo ajustes posteriores en Photoshop.
Las representaciones inexactas de los colores pueden hacer que los clientes se sientan frustrados e insatisfechos, así que toma unos minutos adicionales y asegúrate de que los colores de tus prendas sean exactos. Como resultado final quieres que el cliente vea exactamente lo que recibirá por correo cuando haga el pedido de tu producto.
Hay varias maneras de ajustar los colores, así que familiarízate con las ofertas de Photoshop y elije tu herramienta favorita. Una vez que hayas ajustado los colores, asegúrate de convertir tus imágenes a un formato SRGB para garantizar que los diferentes navegadores, pantallas de computador y páginas web no cambien los colores exactos, que con tanto trabajo tuviste que ajustar para tus clientes.
La experiencia es el mejor maestro
Hacerlo tú mismo es un gran reto y aunque no todo será perfecto al principio, es un buen comienzo. Tu objetivo debe ser mejorar toma tras toma y elegir las mejores imágenes posibles del producto. Cuanto mejores sean las imágenes de los productos, más ventas tendrás y ofrecerás a la gente más oportunidades para que disfruten de tu producto.
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No olvides los siete pasos para realizar hermosas fotografías de prendas de vestir y estarás por buen camino. Prepara tu producto, instala tu estudio, posiciona la iluminación, arregla tu producto, configura tu cámara, realiza las tomas y perfecciona tus imágenes en la fase de postproducción.
Si sigues estos pasos, obtendrás imágenes de productos de alta calidad de las que podrás sentirte orgulloso.
1 comentario
Muchas gracias por la información tan valiosa . Los consejos muy buenos gracias !